La vida es como un tren cuya estación inicial y final son conocidas por sus pasajeros. En la mitad de este recorrido quiero detenerme, a ver si el inspector me lo permite, para bajarme a mirar.
Me detengo a mirar las flores de mi jardín, que en esta época florecen como un estallido de galaxias. Primavera en abundancia desparrama la fragancia de las rosas que se doblan por el peso de sus pétalos cargados del rocío matutino.
En mi jardín hay una rosa, en especial, que merece mi atención. ¡Es una perla fina! De sus ojos de conejo saltarín quedé prendido y como dice Serrat, desde aquel día cerré la puerta.
De sus labios brotaban palabras nuevas para mis oídos. De su lengua he aprendido que amor se dice entre dos y que cada uno se llama el bienamado y la bienamada.
Y si bien me gusta correr, junto a ella he gastado más adrenalina que la suma de todas las distancias recorridas.
Suele saludar diciendo "hola, bello o bella". Es un detalle cotidiano que brota de un interior intenso y maravilloso. Sus palabras son como notas musicales que suenan... resuenan con intensidad, con movimiento. Son palabras teatrales, que escenifican mundos posibles. Invitan a la danza, me invitan.
Hoy quiero decir que esta maravilla de mi jardín me apasiona, me invita a cuidar y también a agradecer. Y al recorrer este fin de semana la Feria del Libro encontré una pareja de bailarines, en madera noble, que deseo sea nuestro regalo. Me imaginé en la complicidad de la pareja de bailarines. De este modo llegué al poema de Benedetti.
Me encantó este coro de orientales porque logra una pulcritud en la letra y una sonoridad que invita a escuchar. Y sobretodo me emocionó la sensibilidad de su directora.
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Comentarios
Publicar un comentario